Es un aparato formado por una sonda que se hincha como un globo y una perilla manual con un manómetro en el otro extremo que aprieta el terapeuta para que se hinche.
El EPI-No que vemos hoy en día nació de la mano de un alemán que había visto en una tribu africana como las mujeres preparaban su zona perineal para el parto, mediante el uso de calabazas de diferentes tamaños para elastificar la musculatura y ligamentos de la zona perineal, por lo que es un instrumento que la mujer inspiró hace ya tiempo para mejorar las condiciones del parto.
Se utiliza en el caso de preparación al nacimiento para elastificar el periné y prepararlo para el momento de dar a luz a nuestro bebé, disminuyendo o evitando la necesidad de que se realice la episiotomía en nuestra musculatura perineal, de ahí su nombre EPIsiotomía-No.
¿Por qué evitar una episiotomía?
La elección de la realización de la episiotomía por parte del especialista, depende de muchos factores. La episiotomía consiste en un corte en la musculatura del suelo pélvico, que ayuda a prevenir un desgarro vaginal descontrolado durante el proceso del parto y a una mejor recuperación de un desgarro natural.
En muchos casos la episiotomía puede evitarse, ya que aumenta el trabajo de parto debido a que estos músculos que se han cortado son los que se contraen para ayudar en el expulsivo y no siempre evita que se pueda producir un desgarro descontrolado más grande. Además la recuperación postparto es más lenta y molesta.
La episiotomía, como cualquier cicatriz, puede producir dolor y una mala movilidad de la zona, limita una buena contracción del suelo pélvico requiriendo en muchos casos tratamiento fisioterápico de la misma para poder recuperar las condiciones óptimas de contracción perineal, que necesitamos para tener una buena salud en nuestro suelo pélvico.
Otras utilidades
El EPI-No, no solo se utiliza en el embarazo, sino que hace la función de biofeedback (retroalimentación) en el postparto y en disfunciones del suelo pélvico. Se puede utilizar para entrenar el suelo pélvico, y de esta manera objetivar en el manómetro la cantidad de presión que se está haciendo en cada contracción, pudiendo anotar mediante cifras como aumenta la fuerza que se ejerce. Esta forma de objetivar los cambios en la fuerza del suelo pélvico, nos da una idea clara de nuestras mejoras, haciendo que sintamos nuestro suelo pélvico de manera más clara y nos responda de una manera más eficaz.
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